como el agua a las cuencas
en esta mañana de lista de espera y batas blancas.
Ciclogénesis explosiva zarandeando mi cuerpo,
árbol sin hojas, lleno de nudos e inscripciones
hechas por el amor y su navaja.
La nieve amaga como el futuro que no vemos,
ave quemada por el cable de alta tensión,
cartones de leche vencida durmiendo en la nevera.
Leo los periódicos,
erotómanos que en negrita y times new roman
le cantan al cid que trae en los sobres
esa parte del futuro que no tienes,
y que otros beberán como una absenta
que les hará danzar sobre el escombro.
Niños con tupper al colegio y tú dormido,
sin fase REM ni despedidas al pie del avión,
ni teas encendidas ni aerosoles
para escribir tu ira en cada muro,
dispuesto a liberar a los leones.
Así estamos,
revolviéndonos de noche en nuestras camas
a la espera del diagnóstico y sin playas
que muestren pisadas o naufragios.
Regreso a ti
como todas las noches a la infancia.