lunes, 29 de septiembre de 2014

Video clip de La llamada




 Con la participación de los trabajadores de la cooperativa gráfica "22 de mayo" de Avellaneda (Argentina).
La vida fue un ensayo hasta ahora.

4 comentarios:

Roxi Ameduri Marchettini dijo...

Hola!! Te escribí en la entrada anterior,genial el video!! Sólo quería avisarte que no aparece el link para ver el video. Besos!!!!

Susana dijo...

¡Hola! Sigo tu blog. Escucho tu música, leo tus textos. Pero no puedo ver ningún vídeo, porque en Alemania la GEMA (que viene a ser como ls SGAE alemana) lo bloquea todo. ¿Se podría hacer algo al respecto?
Saludos desde Ludwigshafen,
Susana

El imperfecto dijo...

LA LLAMADA


Porque todo es frágil, la memoria del banco, el aroma de aceite en el mar.
Porque ya cumplí los cuarenta y me veo comiendo pipas de girasol sentado en un banco del parque.
Porque donde hubo estrellas colgando, azules en el firmamento, quedaron huecos, recuerdos de un futuro mejor.
Porque me siento como un equilibrista de fin de mes.
Porque a veces dudo de estar cuerdo, más aún, de estar vivo.
Porque la desidia y los días deshabitan todos mis sueños.
Porque últimamente ando algo perdido y me han vencido viejos fantasmas, nuevas rutinas.
Porque la tarde alumbra mi aburrimiento, y las mañanas, y las noches; y sueño en la cola del paro con un verano con playas.
Porque cuento monedas para comprar cigarros y llevo a mi casa con la vergüenza, con las manos vacías; la precariedad.
Porque estoy cansado de tropezar siempre y mi amor propio está unos puntos por debajo del de Kafka.
Porque a veces, veo como mi mundo se derrumba y gira y pido disculpas por sobrevivir.
Porque el tiempo imparable ha plateado mis sienes y me veo engullido por un oscuro futuro y ya me siento una generación perdida.
Porque vivo atrapado en azul, y me susurran: “¡No te quejes, que bueno es respirar, sentirte vivo!” y nos hacen sentirnos el bando perdido. Y te exilian a la ciudad de los muertos, donde crecen las amapolas en las lápidas sin nombre.
Porque siento vértigo, y quiero que el mundo se pare.
Por todo esto y algo más y porque la única lucha que se pierde es la que se abandona y no quiero pensar que todas las batallas están perdidas. Y como Casandra, tengo a alguien que cree en mí; y a dos mariposas que aletean curiosas sobre mi regazo. Es por esto que hago la llamada, porque quiero salir a la calle y saltar las olas, unirme al grito de los cansados y pensar que mi vida fue un ensayo hasta ahora. Y quiero que todo empiece aquí.
Sé que este no es lugar apropiado, ni eres un mago que te puedas sacar conejos de la chistera. Pero recurro a este espacio porque no sé cómo contactar con usted de otra manera. Puede que no llegues a leer nunca esto, tal vez sea otro ofrecimiento más de otra persona desesperada. Somos muchos los parados que estamos en situación desesperada, casi crítica.
En mi caso, a mi mujer le han dado la invalidez por un problema de espalda. Yo cobro la “ayuda” del gobierno, escasos cuatrocientos euros. Entre los dos no llegamos a ochocientos. Muchos gastos, (mis dos mariposas crecen a un ritmo vertiginoso), en fin, como muchos más, por desgracia. No soy único y sé que hay familias peor que nosotros. En nuestro caso la familia nos ayuda mucho. Pero cuanto más nos ayudan más mendigos nos sentimos.
Ofrezco mis manos. Soy electricista, aunque he hecho un poco de todo. Al final del año tendré cuarenta y uno, más o menos como usted, y sin un futuro claro. Me ofrezco para trabajar con su equipo. No sé si todo depende de usted, o sea, todo lo que conlleva el tema de conciertos, escenario, montaje, carga y descarga o lo lleva alguna empresa. Lo ignoro. Pero hago la llamada. Mis manos se están acostumbrando a la piel fina, quiero y necesito trabajar.
No me quiero extender más, puede ser tedioso y aburrido. Sólo decirte que como seguidor suyo, al igual que mi mujer y mis mariposas, nos encantas lo que haces y como lo haces.
Muchas veces escribía en el Libro de Visitas de su página web. Escribía poesía o eso intentaba. Hace ya algún tiempo que no voy al bosque pero antes sembraba letras con el seudónimo de El imperfecto. No sé si has leído algo mío o si lo recuerdas.
Sin más me despido, dando las gracias de antemano por dejarme al menos expresar lo que siento.
Un abrazo gaditano enorme a usted y a los suyos.

Por si acaso… mromero73@hotmail.com.

jaime dijo...

¡Qué buena!. Agradecido...