viernes, 29 de agosto de 2014

Sobre las acciones promocionales en Fnac y la lucha de sus trabajadores/ras:



Ante el anuncio en las redes sociales de una acción promocional en FNAC en relación a la inminente salida de mi disco, fueron varias las respuestas de seguidores que me hacían llegar su contrariedad, cuando no su decepción, por no secundar el boicot al que supuestamente se convocaba por internet en defensa de los derechos de sus trabajadores/as y contra la precarización que les amenaza. Conocía la lucha de los/las trabajadores/as de FNAC que había tenido lugar en torno a los meses de marzo y abril. Expediente de regulación temporal de empleo, reducción de salario, supresión de seguro médico... Varias eran las razones que los/las llevaban a movilizarse. Quizá el momento más candente había sido el paro convocado durante el día del libro: de forma ejemplar varios/as escritores/as se habían solidarizado con la causa negándose a participar en las habituales firmas de libros que se suelen realizar allí ese día.

Hasta donde yo sabía la justicia había dado la razón a los trabajadores/as. “La Audiencia Nacional declara injustificada la modificación sustancial de las condiciones de trabajo y condena a FNAC España a reponer a los trabajadores/as a las condiciones anteriores a dicha modificación”. Los/las trabajadores/as habían ganado la batalla.

Pero quizá me había perdido información. Quizá desconocía algo por lo que algunos seguidores me reprochaban el hecho de que trabajara en Fnac.
Decidí acudir a las primeras fuentes para comprobar como estaban las cosas. Me dirigí a la Fnac de Callao y pregunté por el comité de empresa. Tras sondear a algunos trabajadores por fin di con Majo Rojo, presidenta del comité. 

Le planteé mis dudas. ¿Debía anular los actos promocionales con la Fnac?¿Negarme a hacerlo suponía una forma de solidarizarme con su lucha?¿Promovían los trabajadores en lucha algún tipo de boicot del que yo no estaba informado?

Su respuesta fue rotunda: no. Me explicaron que a día de hoy no existe ningún escenario de conflicto laboral. La justicia les había dado la razón y si bien, tal y como está el patio, nadie puede negar la posibilidad de un nuevo escenario de precarización, de momento no había señales de ello. Volví a plantear mis dudas, quería estar bien seguro. “Pero...¿tus acciones promocionales no forman parte de tu trabajo? “, me dijeron. “Tú estás trabajando igual que lo hacemos nosotros. Otra cosa es que pidamos solidaridad ante campañas y movilizaciones concretas, pero a día de hoy no es el caso”.

Reiterando mi solidaridad y mi disposicíón ante futuras movilizaciones me fui de allí con las dudas resueltas.

Seguramente mi carrera está llena de contradicciones. Como el día a día de la mayor parte de los ciudadanos que se empeñan en vivir según sus principios en un mundo lleno de trampas y de espejismos. Personalmente trato de ser coherente con mi forma de decir. Eso no quiere decir que a menudo no me confunda. Si uno es exigente con la realidad que le toca vivir, con aquellos que la habitan, supongo que no puede esperar menos del prójimo. Aunque a veces el fuego amigo duela como un invierno sin ti. 

Por desgracia la precariedad laboral está cada vez más presente: en las grandes superficies, en la óptica de la esquina, en el bar de tu barrio, en la administración pública. La sociedad de riesgo en la que vivimos impone como modelo el trabajo precario: convertir un derecho en un privilegio devalúa su calidad, hasta hacerlo desaparecer. Por eso es urgente estar alerta y apoyar la lucha del precariado.


Desde aquí mi solidaridad con los/las trabajadores/as de Fnac. 

7 comentarios:

Seño Elena dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Elena dijo...

Está claro que nunca llueve a gusto de todos.
Personalmente, aunque me gusta bastante eso de ir a comprar el disco yo misma el día del lanzamiento, he decidido encargarlo en Fnac, ya que el tema de la firma es una tentación muy grande, además, donde yo vivo, sólo hay un par de sitios donde comprar discos y ya me he llevado una desagradable sorpresa más de una vez.
Por cierto, que más precario sería el trabajo si además, no tuvieran qué vender, no?

Saludos y feliz fin de verano ;)

jaime dijo...

Gracias, Ismael.

Maria dijo...

Pero no tiene usted que justificar nada, carajo! No obstante, qué sensación bonita que lo explique, todos contentos.

(Hay fórmulas muy majas para no abusar del los/las que deja todo más fluido y limpio e igualito de equitativo)

jondo dijo...

Fantástica aventura, fantástico comentario, qué sensibilidad. Todo mi apoyo también a los trabajadores precarios. Saludos Ismael desde Buenos Aires.

Anónimo dijo...

Me encuentro con esto de casualidad y creo que es bueno participar. Yo fui trabajador de FNAC y es verdad que ahora no hay ningún conflicto abierto entre trabajadores y empleados. Lo que ahora hay es la toma de represalias por parte de la empresa con la gente que no se arrodilló a sus postulados durante el conflicto. Es decir, está penalizando a la gente que hizo uso de sus derechos como trabajador. Trabajadores temporales que secundaron la huelga y que teniendo unos rendimientos por encima de la media no son renovados, muchos trabajadores indefinidos con gran antigüedad en la empresa echados a la calle porque no sucumbieron a las coacciones de sus superiores, ni hicieron un trabajo sucio e ilegal y que iba en contra de toda moralidad, con un afán desintegrado del movimiento, nunca con un fin constructivo o solucionador. La situación de la empresa era delicada, según se nos informaba a diario, pero para hacer frente a esas indemnizaciones hay dinero a espuertas. Que me lo expliquen.
Se habla de cultura del miedo, de precarización, de trabajar bajo una presión excesiva y muchas otras cosas.
Cultura del miedo es cuando te amenazan con la cola del paro.
Precarización es cuando se prescinde de un trabajador que trabaja 10 horas y con un rendimiento excepcional únicamente para desfavorecer a un segundo trabajador por motivos personales. Precarización es no tener gente suficiente para llevar a cabo un trabajo a costa de la sobrecarga del resto de trabajadores y la mala atención al cliente.
Presión excesiva es cuando todos los días y las 24 horas se piden unos resultados a todas luces inalcanzables con la carga de trabajo existente.
Y muchas otras cosas más es el no valorar el esfuerzo de muchos trabajadores que por sueldos miserables van a trabajar todos los días a dejarse la piel, en muchos casos, no en todos, y el mandamás de todo el tinglado no tiene más que palabras despectivas para con todo el mundo, sin valorar nunca el esfuerzo.
No solo se hicieron protestas el día del libro en Barcelona. En A Coruña se hizo huelga durante 4 sábados seguidos. El seguimiento de esa huelga a lo largo de los cuatro sábados fue diluyendose, pero como dato decir que el primer sábado la totalidad menos uno de los trabajadores con contrato indefinido y sin cargo de confianza secundaron dicha huelga. A esto habría que sumarle un par de indefinidos que con mucho arrojo o inconsciencia o vaya usted a saber también la secundaron. El segundo sábado el seguimiento fue prácticamente el mismo, es decir total, y los dos últimos la cosa se fue enfriendo como es lógico y normal. Estos números quieren decir algo. Esta toda una plantilla equivocada frente a un superior que motiva la desmotivación y el hastío, pregunto. Eso cada cual que saque sus propias conclusiones.
Entiendo que esto no es nuevo y que pasa en muchas partes. No existe una situación excepcional en FNAC, lamentablemente pienso que será más o menos común, pero personalmente es la realidad que me ha tocado vivir.
Evidentemente es muy difícil distribuir un disco a día de hoy sin contar con la FNAC, ya que cuando había tiendas de discos la gente iba a las grandes superficies por comodidad, y ahora que apenas quedan sitios físicos donde comprar música y que la FNAC tiene una cuota de mercado de aproximadamente un 33% del mercado español, pues dígame usted qué haría si se negase a vender en FNAC. De poco serviría.
Un saludo y muchas gracias

Anónimo dijo...

En esta frase donde dije indefinidos quise decir temporales

"habría que sumarle un par de indefinidos que con mucho arrojo o inconsciencia o vaya usted a saber también la secundaron"