martes, 19 de junio de 2012

Viejas canciones


Traigo la camisa roja, tralaralará, lalará, de sangre de un compañero. Mirái, Maruxina, mirái,  mirái como vengo yo...
Las mujeres de los mineros cantaban mientras eran desalojadas del Senado. Víctimas del enésimo recorte del gobierno los mineros luchan por su futuro y el de sus familias. Piden que se respete la continuidad de las ayudas públicas a la minería del carbón hasta el 2018 tal y como había acordado la Unión Europea.
Pero sus voces, como tantas otras, son desoídas. El sector del carbón en España, al contrario que algunos sectores financieros, no parece tan grande como para no dejarlo caer.
Así que Maruxina, que vio a su hombre sobrevivir en el pozo María Luisa al barreno y a la silicosis, ve ahora, expulsada del Senado, como los mineros son acorralados por una política que encuentra en la crisis financiera la excusa para acometer los recortes que el capitalismo más despiadado siempre exigió.
La prima de riesgo por las nubes  y nosotros nos enamoramos, diría Rick Blaine perdiéndose en la mirada oceánica de una Ilsa atormentada y radiante. Ella de azul y a lo lejos Merkel vistiendo otro gris, de corte siglo XXI, pero Hugo Boss como entonces.
Mientras, nosotros, como Hamlet, entre el delirio y la cordura, preguntándonos qué hacer.
  “Si es más noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la áspera Fortuna o armarse contra un mar de adversidades y darles fin en el encuentro. Morir: dormir, nada más.” Y sumidos en esa indecisión que nos convierte en resignados espectadores, dormimos sin soñar, los ojos inmóviles tras los párpados, sellados por el desconsuelo y el cansancio. No hay fase REM en estos tiempos de derrota.
Te diría que sigo luchando y te diría la verdad. Pero es cierto que suena a palabra repetida, que me convierte en un abajofirmante más. Que a veces sueño con ser otro para que me creas cuando digo que estoy harto, que no me rindo, que te busco en cada barricada. Siento, a veces, que malgasto las palabras, que el panfleto que lanzo desde cada azotea es el rumor de una chicharra en la tarde, ruido de fondo, papel que adorna el asfalto que pisan las ruedas de los taxis y las ambulancias que huyen del invierno.

       Te diría que estamos en lucha aún cuando me encuentro la mirada condescendiente de compañeros de profesión que huyen de la definición ideológica por comodidad o por pura insensibilidad. Músicos, artistas, que riegan sus rosas como principitos habitando pequeños planetas desiertos. Rosas pop, rosas luminosas como leds color cereza. ¿Dónde estabais?, nos preguntarán cuando el agua alcance los tejados. ¿Qué hacíais mientras el mundo temblaba? 


           Te diría todo esto aún cuando me encuentro con la mirada condescendiente de aquellos que observan desde lo alto estas palabras, aquellos, los puros, los santos de Nuevas Revoluciones, armados de piolets y rígidas doctrinas, con sonrisa paternal, palabra revelada, tan dados a la purga y la condena, tan solos y tan luz de octubre en un domingo que se acaba.

Te digo sigo en la lucha y ya me arrepiento de no haber elegido otras palabras. Versos alejandrinos ABBA ABBA y dos tercetos encadenados. O décimas como las de Violeta, marchitándose a las afueras de Santiago. Querría escribir una canción llena de cólera, London Calling, the ice age is coming, the suns zooming in, una melodía en la que vomitar  todo el asco que me produce la mediocridad de aquellos que dirigen nuestros gobiernos. Quisiera convencerte de que estamos a tiempo, de que no estamos condenados a ser ratones siguiendo a un flautista hasta el fondo del río. Sé desobediente, no te resignes, exige tu sitio en el mundo, estás aquí porque el futuro es tuyo.

No sé qué decirte. Son viejas consignas ya desgastadas por el tiempo. Son flores de papel en un jarrón en un café del centro de Madrid, leyendas estampadas en una camiseta de una tienda en San Telmo. Nos robaron algunas palabras, es cierto. Pero nos queda el resto, y el resto no es silencio, contradiciendo esta vez a Hamlet. Quizá nos quiten las palabras. Pero no el aliento. No las ganas de buscarte. 

Habrá que inventar nuevas palabras, nuevas melodías. O reinventar las ajadas por el tiempo,  por el roce de los acantilados en los que fueron gritadas. Recuperar lo que fue nuestro: las banderas, las canciones, los rostros que fuimos antes, las calles, los parlamentos. Reinventar las palabras como quien canta después de tantos años una vieja canción de mineros, mientras, otra vez, el mundo se derrumba.
Quizá ya lo haya dicho, espero que me perdones, pero seguimos en la lucha. Ahora más que nunca.

28 comentarios:

makingmebelieve dijo...

"¿Dónde estabais?, nos preguntarán cuando el agua alcance los tejados. ¿Qué hacíais mientras el mundo temblaba?"

Solo por tener una respuesta, se tiene la razón para seguir en la lucha.


Y leyéndote (como hace tiempo no pasaba), he llorado.


Me da que esto viene mucho al cuento ;)
"El desobedecedor", te lo recomiendo!

http://secundelarosa.blogspot.com.es/

Unknown dijo...

todo cambia y todo sigue igual...

kbic dijo...

Al leerte el ansia de verte en mi pais MEXICO se hace mayor!

Anónimo dijo...

Ya nos están preguntando ¿dónde estábais?. ¿De verdad nuestras protestas y nuestras luchas han sido tan invisibles?
Crece el desánimo, y a la vez el desamor, el desarraigo, pero en algún rincón algo hermoso se esta gestando, que crecerá y crecerá y reunirá a los ejércitos.
Besos y abrazos

Anónimo dijo...

Tendremos que continuar peleando con linternas, cohetes y versos.

Un abrazo.

CARMEN dijo...

Seguimos en la lucha, compañero Ismael, porque como dice la canción "el pueblo unido jamás será vencido".
Nos vemos tapando las calles.
Un fuerte abrazo.

Ciudadano Kamikaze dijo...

Malos tiempos para la lírica quizás, pero ¿cuándo fueron buenos?

Todos somos mineros, médicos, maestros, funcionarios... todos somos obreros, o al menos la gran mayoría. Y sin embargo permanecemos atónitos a lo que nos depare este escarde orquestado por quiensabayaquien.


Un abrazo de esos bien grandes y portadores de energías vivas, compañeros. Y ya sabes... "prende la luz..."

betiana piñeiro dijo...

porque existen personas como vos, es porque sigo creyendo en el cambio.
pasaste junto a mi en chivilcoy (bs. as.) al entrar al teatro, sos de carne y hueso lo comprobé, un hombre que admiro y respeto, común y único a la vez.
me refugio en tus canciones, te leo y te escucho como a pocas personas muy cercanas. ojala algún día llegue a conocerte o quizás siga agradeciendo tus consejos en la distancia y el anonimato.

Anónimo dijo...

Qué bueno volver a encontrarte los miércoles por acá y volver a esperar tus palabras. Nos vemos en agosto! Un beso! Anabella

Anónimo dijo...

escuchándote , estoy y pienso en mi pueblo que esta en la lucha ¡¡mi pueblo mapuche!!! que con fuerza quiere ser escuchado, la lucha esta en todo el mundo que ya no da mas ... fuerza..

nandi gadea dijo...

Me emociona la lucha de los mineros, me emociona cuando escribes, pero quiero pasar a la acción y no se como

Carlos dijo...

Ahora más que nunca.....

Cristina dijo...

La ola que provoca el tsunami no se ve desde la superficie. Recorre, invisible, una distancia increíble, lentamente, pero con toda la fuerza de algo que cuando llegue a la costa, y suba a la superficie, arrasará con todo, y lo cambiará todo.

Es cansado, lo se. Yo también estoy cansada, y pienso mucho en qué es lo que nos pasa, en general a todos. Pero, a veces, soy capaz de ver más allá, y me doy cuenta de que algo está cambiado, va por debajo de la superficie, y aún no lo vemos.

Veo a amigos míos hacerse voluntarios de movimientos vecinales, voluntarios de Cruz Roja pata trabajar en comedores sociales, gente movilizándose para ayudar como pueda en diversas causas. No son cosas de salir en los medios, no están tapando las calles, pero están luchando, con sus manos, por ayudar a otra gente. Creo que lo que está naciendo es un sentimiento de solidaridad que antes no existía, o no era tan "visible".

Son pequeños pasos, y aún queda mucho por andar. Pero gracias a esto no pierdo la esperanza.

Cuídate mucho, y deja que te cuiden :)

Un besazo

Cris

Romina dijo...

ahora más que nunca, plantaría mi manzano

Lucía dijo...

Seguimos en la lucha Ismael! Acompañamos a los indignados en Europa y aquí en Argentina luchamos para defender a nuestra presidenta, quien fue reelegida con el 54% de los votos el año pasado y que hoy sufre el intento de golpe de los monopolios económicos y mediáticos. Seguimos en la lucha, porque mientras estemos vivos, siempre tendremos algo por qué luchar.
Y seguimos en la lucha, sobre todo, porque muchos dieron su vida po un sueño y su muerte sería en vano si nosotros no tratamos de hacerlo realidad.
Gracias, porque en medio de esta incansable lucha, me enteré de que venía a La Plata, nuevamente y que gracias al sol tengo la oportunidad de verte esta vez, como hace dos años no pude.
Gracias, te espero siempre!

Beso enorme!

Anónimo dijo...

Amigo tú lo sabes que eres el más grande de los canta autores del mundo y yo estoy convencida que a través de tú música se puede cambiar el rumbo de un país y el mundo. Pues sigue adelante que hay muchos encolumnados detrás de ti..un abrazo

Bárbara Z. dijo...

Aunque las palabras sean las mismas y hayan sido malgastadas, lo importante es que sigamos cantando. Para cambiar las palabras y las melodías están los artistas como vos, Ismael.

Cami Contreras dijo...

Hace un año atrás nos estabamos tomando las universidades, incluso en mi ciudad tan pequeña al norte de Chile veía las calles repletas de miles de personas, jóvenes y no tan jóvenes luchando por lo mismo. Me desanima ver que ahora no hay ni la tercera parte de eso, como siempre la burocracia se llevó toda las discusiones a peleas vacías en el parlamento donde esos viejos que ganan 80 veces más que el sueldo mínimo votan antojadísamente lo que nosotros peleamos tanto, tanto tiempo.

También pienso que quizás la ansiada revolución, o al menos los pequeños cambios sociales que deseo no los vea mientras viva, quizás se den en mucho tiempo más... no puedo esconderme detrás de cómodos desánimos haciendo nada.
La vida es un vaivén, en todas sus partes. Saludos Ismael y que las pequeñas derrotas no construyan un gran fracaso, hay que seguir luchando aunque el amor o las ganas se aleje un poco.

efe dijo...

Estoy de acuerdo con el 99.99% de esta entrada de tu blog, Ismael. Pero, amigo, fue Ilsa quien dijo aquello de "la prima de riesgo se dispara mientras nosotros nos enamoramos" y no Rick ;). Abrazos de este forero. Nos vemos en la calle y los conciertos. Salud!

efeperino...

maría jesús dijo...

La mismas palabras de siempre, palabras gastadas o ajadas, pero ¿es acaso mejor callarse?

Gracias por retomas viejas costumbres.

Anónimo dijo...

Lo importante es que se nos oiga, que no nos quedemos callados.
El colectivo docente también está en la lucha: "una educación de todos y para todos".
Acabo de ver que te pasarás por Cáceres: ¡TE ESPERAMOS!
Lucía

Nieves Bruxina dijo...

seguimos en la lucha... Asturies y sus mineros nunca se rindieron, y ahora no nos arrodillarán... Vamos todos juntos !!!
Un abrazo a todos desde Xixón ;)

Blancangel dijo...

Increible!! Pensar que desde pequeña sentía algo especial en tus canciones...con tan solo 10 años me sentaba a escucharte y me hacías llorar...que cosa tan grande para una simple niña no???
El caso es...que hoy con 20 años sigo sintiendo las mismas emociones, y tus letras...tus relatos, inspiran también a mis creaciones...
Gracias Ismael por tanto!! Te espero por estos lados en tu gira, obvio que voy a verte (por cierto soy de Argentina) no me lo perdería por nada...
Si queres, y me haces el honor..te dejo mi blog para que le eches una ojeada cuando tengas tiempo...
Y si me preguntas...donde estaba mientras el mundo temblaba...bueno, supongo que en alguna parte, siendo feliz, a mi manera :)

Exitos y abrazos!

www.renacereneltiempo.blogspot.com

Lucía dijo...

En La Plata (Buenos Aires, Argentina)cae una lluvia helada, de esa que cala los huesos. La tarde se oscurece, aunque ni siquiera son las cuatro... el gris se mezcla con la gente y, si fuera la escena de una película, indudablemente sonaría de fondo una zamba de la Negra Sosa (Mercedes).
Pero el frio no es suficiente, la lluvia no es suficiente y somos decenas los que dejamos el calor del hogar, nos escabullimos de la oficina o llegamos tarde a algún otro sitio, sólo por meternos en las entrañas de El Argentino y salir con uno de los tesoros más preciados, el ticket para tu concierto en septiembre, cuando tu voz nos llegue con el depertar de la primavera... Gracias!

elinmigrantedelosversos dijo...

Llevo tanto tiempo siguiendote casí igual cuando comenzaste a crear el primer disco tuyo y me dije aquí hay algo muy bueno, aunque me pilló joven y muchas cosas de las que decías no las entendía como debía... Paso el tiempo, y las excusas para compensar lo que perdimos...

Y ahora llega una nueva era y entra cotidianamente tu nuevo disco, y una vez más solo se me ocurre darte gracias, y no tengo mejor manera que expresarlo que en este post que escribi hace unos días, semanas, ....

http://www.elinmigrantedelosversos.com/2012/05/sentirse-como-un-astronauta.html

Saludos y que en el futuro nos sigas acompañando con nuevas canciones.

Gracias por muchas cosas que son difíciles de explicar.

Catherinne Mancera dijo...

Son tiempos difíciles en todo el planeta Ismael.
Somos uno, uno que lucha siendo todos... Europeos, Americanos, Africanos, somos uno. Uno que lucha contra el demonio implacable de un capitalismo que mata día a día a nuestros hermanos pero que día a día nos hace más fuertes para levantarnos a luchar con una sonrisa en el rostro y saber que no todo está perdido.
Tu lo dijiste: "Como el funambulista sobre el Niágara..." hemos decidido seguir luchando en esta fría y débil cuerda floja, con los pies descalzos, una lucha que nos lleva a todas partes en donde se encuentre un corazón inconforme (En Colombia también estamos luchando)

Espero verte pronto.

Anónimo dijo...

Defender a una persona prepotente y que coharta la libertad de expresión tu de eleccion y de inversión que fuerte

lalineadelcielo dijo...

Gracias Ismael por dedicar un apartado en tu blog para que se conozcan la realidad que vivimos en las comarcas mineras, para que se conozca esa realidad que se oculta en los medios. Son tiempos difíciles, en cada esquina, en cada rincón hay personas pasándolo muy mal a todos los niveles y mientras tanto, los de siempre siguen arriba, tratando de mantener su estatus por encima de cualquier cosa, aunque eso signifique acabar con todo... Gracias de nuevo por esta mención tan especial al carbón y a su gente ;) Un abrazo