miércoles, 9 de febrero de 2011

Orgullo de barrio

Al orgullo de pertenencia a un barrio le cantaba en cierto modo Luis Pastor al titular a un disco Vallecas 1976 o el grupo Asfalto en su canción “Parque Sur” en los ochenta. En ella decía:

Pequeño pulmón. Borde de ciudad.

Me has visto crecer,

me has visto marchar.

Fuiste fiel testigo

de los sueños en voz alta;

ilustre notario de las horas bajas.

El orgullo de barrio lo han de sentir los habitantes de Vallekas al tener como vecino al padre Enrique Castro, cura de los pobres y los excluidos, cuya interpretación del evangelio le ha convertido en un referente en la lucha social por los más débiles.

Orgullo de barrio se siente cuando uno conoce los proyectos de Radio Vallekas, emisora independiente, libre y comunitaria o Tele K, cadena de televisión local que pretende ser una voz diferente, propia, disidente.

El orgullo de barrio lo representan tantos hombres y mujeres que construyeron un barrio desde la lucha, el compromiso y el esfuerzo, donde el hambre de emancipación hizo que se tejieran lazos de solidaridad que convertieron al vecindario en familia, y donde la ascensión social era favorecida por esa red vecinal que luchaba por el reconocimiento de la dignidad de todos los trabajador@s que lo habitaban.

Una de las cadenas españolas de televisión propone en un nuevo programa ascender a icono mediático a varias muchachas a las que bautizan como princesas de barrio. Ellas se dicen orgullosamente poligoneras. Y despliegan sus sueños ante el televisor sin filtros ni cautelas. Cuando a una de ellas le preguntan cuál es su sueño responde: ser mileurista. Nunca ha leido un libro, también dice ante la cámara. Y tararean una canción de Camela ante los rostros iluminados por las pantallas planas.

Para el programa, ellas representan el orgullo de barrio. Pero su resignación, la forma en que se jactan de sus carencias las alejan de lo que debiera hacernos sentir dicho orgullo.

La televisión nos aleja de la realidad al mostrarlo todo como espectáculo. Nosotros desde casa nos sabemos ajenos a esa realidad, mejores, y contemplanos satisfechos, sonriendo cómodamente, la desgracia de otros. Ya no distinguimos la ficción televisada de lo real. Y entre la piedad condescendiente, y la burla despiadada del que se cree superior, los medios retratan la realidad más sórdida como quien, en un safari, sigue los pasos del león que bosteza en mitad de la sabana.

Leo a Nicholas Carr explicar cómo Internet nos vuelve más superficiales, cómo nos hace perder capacidad de profundización, cómo la creación mediática que proyectamos como nuestra propia personalidad en la red de redes es un dibujo simple, estereotipado y alejado de lo que realmente somos: nos proyectamos virtualmente según las exigencias de la red y no de nuestros verdaderos anhelos.

Y es cierto. Nos preocupa que los post sean largos y encapsulamos y comprimimos todo lo que podemos el mensaje y el sentimiento a fin de que sea tomado en cuenta.

Así asumimos con resignación los cambios terribles que se avecinan. Los sueños son otros. Difícilmente nos preocupamos por que aumente la edad de jubilación y perdamos derechos como trabajadores, cuando nuestro sueño es salir en la tele, orgullosamente perdidos en nuestra ignorancia, o cuando al saber de la gente tapando la calle en Egipto exigiendo libertades una suerte de melancolía invade nuestro corazón al ver tan poco transitadas las pirámides mientras las ciudades arden y el mundo se derrumba a pesar de que nosotros nos enamoramos.

36 comentarios:

Joana dijo...

Caro Ismael,

Aquí en mi país, Portugal, las cosas están iguales. Hace días un grupo musical nos brindó con una canción: http://www.youtube.com/watch?v=f8lo82tXbWU

Miren la reacción del público ante escuchar la canción por primera vez. Se está convirtiendo en un himno.

La canción dice "y me quedo pensando, que mundo tan parvo, donde para ser escravo es necesario estudiar..."

jaime dijo...

Gracias, Ismael.

Marlon dijo...

Comparto el pesimismo y el desencanto Ismael.
No sé adonde vamos, pero esto no tiene muy buena pinta. Y hablo de España en particular.
El mundo se derrumba... y la gente le da igual. Adormecidos y anestesiados, se consuelan viendo Princesas de Barrio mientras el banco les ahoga con su hipoteca, los empresarios sacan tajada de la crisis bajando salarios, y el Gobierno hace la política que interesa precisamente a bancos y empresarios.
Pero no pasa nada, tenemos televisores de plasma de 37 pulgadas y barra libre para descargarnos todas las series americanas que queramos. Con eso nos basta.

eMiLiA dijo...

Cuánta verdad. Es impactante el modo en que los medios nos van desdibujando.

Pero todavía persiste el Amor. Y eso consuela.

Un abrazo!

Valentina dijo...

Mucha verdad en tus palabras. Comparto el mismo sentimiento de tristeza ante las noticias internacionales, lo que ocurre en los países árabes, y uno que lo ve por la tele o lo lee en los diarios sin poder hacer algo. Por eso aplaudo lo tuyo con los niños palestinos, sos un genio. Un tipo comprometido de verdad, de los que le hacen falta al mundo. Y nosotros unos soñadores que te seguimos a donde sea y compartimos tu lucha, cada uno desde el lugar que le toco estar. Besos.

mentxu dijo...

Yo también comparto tus palabras, la verdad es que cada día nos quieren más ignorantes y como menos pensemos por nosotros mismos, para todo el mundo mejor....
Aunque seguiremos creyendo en la esperanza de cambiarlo.
Un saludo....

Lala dijo...

La realidad nos golpea. A cada rato nos golpea.
Me aferro a la idea de que todo es posible, de que el amor es más fuerte, de que si cantamos las canciones justas, escribimos los más bellos poemas, pintamos el cuadro más colorido, podemos marcar la diferencia.
Hoy quiero salir a la calle y poder mirar la esperanza personificada en mis hijos, en todos los niños...
Hoy tengo motivos para creer porque me los propongo, porque sigo en la lucha.
Me gusta la idea de pensar que me pierdo en medio de una gran muchedumbre y una mano amiga me rescata de ese naufragio humano.
Hoy me toca hacer balance, cumplir años supone esas cosas...
Un año más vivido, razones para celebrar...
Beso.

hada nocturna dijo...

Cierto. Lentamente nos hemos vuelto insensibles a lo que nos rodea, escudándonos en el entretenimiento televisivo. No vi el programa. Pero cuando te prestas a este tipo de cosas, sabes para que es. Ya hace tiempo que el mundo se va a la mierda, y nosotros, como si de una película se tratara, observamos bombas, muertes, lágrimas y desesperación, cómodamente sentados en el sillón. Luego cada uno a su condena. Ahora se unen las desgracias ajenas, con las nuestras propias, como si el mundo tuviera que llegar a su fin. Maldecimos, gritamos. Ofrecemos nuestra mano, pero no es suficiente. Tiene que haber algo más, algo que se nos escapa, un camino nuevo. Pues el mundo aún no se acaba.

CARMEN dijo...

Comparto tus palabras, pero aunque el mundo se derrumbe, ahora más que nunca necesito creer en Casandra.
Un abrazo.

Atalanta dijo...

Algo he oído del programa pero no lo he visto. Leí y Carr y no puedo estar más de acuerdo. Un amigo profesor me dice que es imposible calar en los muchachos porque sólo son capaces de manejar el lenguaje visual, que les cuesta horrores desentrañar un párrafo. Algunos se quejan de que hago posts muy largos, otro amigo me da clases de "marketing bloguero" y me dice que si quiero "triunfar" debe ser corto y conciso. Yo digo que cuento lo que tengo que contar. Es lo que hay. Supongo que soy el producto de otra época. Como siempre, gran post

Laura dijo...

Ismael justamente el día de hoy estaba buscando textos de Nicholas Carr para trabajar con mis futuros alumnos, trabajé con fragmentos de su último libro "The Big Switch: Rewiring the World, from Edison to Google". En fin, tienes mucha razón en lo que escribes...
La tv está arruinando las neuronas de muchos jóvenes... será por eso que hace un año que no miro tv sólo lo hago para ver las noticias de las 20 hrs...

Te dejo un abrazo desde Argentina.

Anónimo dijo...

claro que es así lamentablemente !
Un beso

Vértigo dijo...

gracias.

Carlos dijo...

Cierto, es triste, muy triste que se ensalce la zafiedad, lo burdo y grosero. Supongo que todos somos, en parte, cumpables la tele tiene un botón para apagarla y hacer otras cosas. Ese gesto simple, mundano, sencillo podría cambiar la programación.

Mayte dijo...

El lugar dónde todo comenzo...nunca se olvida, sería como dejar de recordar quienes somos.

Un besiño.

Lolo Croci dijo...

Ismael, siempre un gusto leer tus reflexiones...
Qué decir, a veces nos empapamos tanto de mediatización que terminamos perdiendo la diferencia entre el aquí y el allá. Como si la pantalla, la fibra óptica, y la cámara no existieran. Y embebidos en la vorágine televisiva que supone el reality show, el aquí y ahora, lo veloz (no por algo a la comida rápida se le llama "chatarra") olvidamos el otro lado, lo importante.
La lucha, que es una y es todas, porqué la vida no se vive virtualmente, como los vasos no se mediovacían o mediollenan virtualmente, y la sed no se sacia con rayos catódicos.
La vida está afuera, será cuestión de empezar abriendo las persianas...
Por cierto, no me enojo si te querés dar una vuelta por mi blog, a Don Rodolfo le agrada...
Saludos!

Joaquín López dijo...

No deja de ser espectáculo. Afortunadamente hay personas muy distintas de este estereotipo que nos venden de poligoneras de barrio. Gente que ha hecho grande sus barrios y pueblos precisamente por actuar de otra forma y no como esta que nos venden tan cerrada de miras.

Pero aún como espectáculo no deja de ser esperpéntico, y no precisamente en los registros esperpénticos del maestro Valle-Inclán.

Salud.

.Lou Sara Salomè. dijo...

Querido Ismael,


Abría Aristóteles su Metafísica afirmando que todo hombre desea por naturaleza conocer. No es posible el conocimiento de absolutos -decía-, pues no somos dioses, pero ansiamos conocer y este deseo no puede quedarse en nada, no podemos mitigarlo -no somos animales-.

¿Dónde quedó ese ansia natural que nos define? En qué momento la curiosidad se ahogó en el morbo. Cuándo dejaos de sentir interés por las cosas de la piel, por el latido ajeno, por atrapar suspiros.

Qué le pasa a la vieja Europa, agonizamos de pasividad.

Lo grotesco señorea en los medios, y nuestra capacidad de asombro adormece. ¿Qué pasa que hoy ya nadie se escandaliza?

Dónde quedó el prohibido prohibir... fue todo en vano. ¿Fue también mentira la Ilustración? ya no queda nada de ella.

Es a la sombra donde debemos dirigir nuestra mirada (pues, los focos de hoy, iluminan el camino erróneo). Son los anónimos los que hoy trabajan, aquellos que nunca recibirán ningún premio, los que no son ni héroes ni santos, gente que todavía es consciente de su humanidad, que clama de espanto al ver la decadencia jamás profetizada, gente que se levanta dispuesta a gastar hasta el último cartucho día tras día -y sonríe, y el fiel a los suyos, y no arroja la toalla de que otro mundo sí es posible por mucho que contraríe a la ley de la oferta y la demanda.

Un abrazo.

* dijo...

Me encanta sentirme orgullosamente ignorante ante la actualidad televisiva.

Desde hace tiempo, su trivialidad y parcialidad empezó a provocarme sangrantes sarpullidos, un poco de miedo y un desprecio considerable. Tal es así, que decidí que no sólo fueran las tormentas las que apagaran el televisor, desterrándolo definitivamente de mi vida. Aun así, parace imposible mantenerse ajenx a su basura y a su influencia mediática.

Por suerte, la red nos ofrece información alternativa y nuevos métodos de comunicación (como éste), que nos reconcilia con esta sociedad domesticada.

Un paseo por Ronda Sur, ¡con un anfitrión como tú!

Salud, compañerxs.

Maricel dijo...

HERMOSOOOOO!!

Nagore Ares Amaya dijo...

Es triste sí, esta cultura occidental de prisas y presas. A veces tengo dudas sobre si soy cazadora o me cazaron hace tiempo.

Comparto tu orgullo de barrio y no toda esta parafernalia televisiva, que no pretende otra cosa que aborregarnos para sacar mucho más dinero. Como a los políticos les conviene y a nosotros parece que nos da igual, esto es un suma y sigue.

Cada vez me da más pena ver los telediarios, no es porque traigan malas noticias, que las traen, pero no las explican; el problema es que desde hace un tiempo aquí les dio por hablarnos de ropa y tendencias, de los nacimientos de los hijos de gente conocida, de estrenos de telenovelas en la cadena... Todo ese tiempo, tan valioso en televisión, que podría dedicarse a explicar las razones o el contexto en el que vive ese hombre que robó una tienda de comida, el porqué de la lucha en Egipto, explicar lo que pasa en el parlamento, etc.

Siempre es gratificantes encontrar gente que se para a pensar y se preocupa por el resto.

Un abrazo

Gregorio Kolbe dijo...

Es cierto que no somos nosotros (aún) quienes fijamos las reglas del juego. Pero éstas palabras que nos entregas (y acaso tú mismo) son evidencia de que no siempre las asumimos, como tampoco a los terribles cambios que se avecinan. Y sí que se avecinan...

Pero también pesan sobre ellos nuestras sombras y el sueño les queda lejano. Otros cambios se gestan en cada lugar del globo.

Un abrazo. Y gracias.

Nano dijo...

Es una verdadera vergüenza la calidad de los programas en televisión. El problema es que antes las cosas te las tenias que ganar a pulso... la libertad, la protesta, la lucha, la cultura, el respeto, etc, no eran gratis. El "sistema" te asfixiaba y tenias que luchar si querías respirar; entonces se estaba contra el sistema y la cultura, en todas sus facetas , en un estado de ebullición continuo generaba riqueza intelectual por todos los costados, pero el "sistema" evolucionó y aprendió y se dio cuenta que era mejor adormilar a la plebe antes que estar exasperándola continuamente. Lamentablemente el "sistema" nos va ganando la partida, ya casi a exterminado la canción protesta y la ha sustituido por O.T., al periodismo mordaz lo tiene en la U.V.I todos los del Sálvame y similares, el cine adormilado con las subvenciones y etc. etc. etc. Pero creo que el "sistema" todavía no ha vencido mientras quede gente como tu y como la que visitamos estos extraños lugares, quizás buscando faros entre la espesa niebla y nos de una pequeña pista de cual es el camino...

LUCIERNAGAS DE CIUDAD dijo...

Ismael, yo también vi el programa de las princesas de barrio y me quedé atónita, está claro que ellas quieren hacerse famosas pero quizás no se dan cuenta de que utilizan sus ganas de prosperar para convertirlas en los nuevos monigotes de la tele.

Petons "to the power house..."

Daeron dijo...

De acuerdo en todo salvo en la visión de Internet, las nuevas tecnologías tienen el valor que nosotros les damos y sí es cierto que influyen de forma negativa en muchos casos y que hacemos mal uso de las mismas, pero el objetivo para con el futuro no debe ser humanizar estas nuevas tecnologías, sino a los seres humanos que las utilizan.
Quizá, permítaseme el sarcasmo amargo, también deberían humanizar a las princesitas estas; su manera de reivindicar el barrio me parece un insulto a los trabajadores y a la lucha en general.
Un beso.

Ansha dijo...

Siempre admiré tu capacidad para explicar con palabras cercanas sentimientos universales, por saber contar con calma y cuidado historias y realidades cotidianas, por expresarte en libertad.
No cambies nunca

Anónimo dijo...

Me sentiría indefensa sin amor y completamente perdida, nada tendría sentido y por nada podría luchar.

Un saludo :)

Andante dijo...

No asumo los cambios que se avecinan. Por ello, junto con otros que tampoco lo asumen, salimos a la calle, hablamos con los demás, para hacerles ver que las cosas no son así porque sí. Que las cosas pueden cambiarse.

Y cuando la gente sabe lo que pasa, cuando sabe que compra objetos que tienen una obsolescencia programada, o que no tienen porque tragar con todo lo que les plantean, pasan a tomar conciencia de que las cosas no tienen porqué ser así.

Y, a veces, sienten como las ciudades arden, y no sé si llegan o no enamorarse, pero si que sienten en su interior algo que les hace sentirse vivos.

No me preocupa la longitud de los post, o de las noticias, siempre que encierren información veraz, que no mientan. Y entonces puedas opinar, debatir, cambiar impresione.

No quiero ser superficial, y por ello busco información alternativa, canales alternativos, televisiones alternativas.

Por que otras opciones son posibles, y otras canciones, y otras músicas, lo son, sigo escuchándote, desde aquel "Papa cuéntame otra vez". Porque lo que sucede hay que seguir contándolo para que no caiga en el olvido.

Salud. Y gracias, por cantar, por escribir, y por recurrir a veces a ese arma cargada de futuro que no es más que la poesía.

Marta dijo...

Gracias a todos por compartir vuestras ideas y vuestro tiempo, dedicándolo a soñar, y aferrándonos a la idea de un posible cambio. Cambio que como bien nos muestra Ismael es necesario y que con esperanza y fuerza se alcanza, tal y como nos lo han mostrado los egipcios.
Me alegra encontrar gente que cree en las ilusiones y en los sueños; en el amor.
Ya desde pequeños nos muestran un mundo de princesas de barrio y nos intentan convencer que cuanto más gastemos más inteligentes y listos seremos.
Empecemos desde abajo, desde los más pequeños. Haciéndoles creer en sus ideales, sus alegrías y sus sueños, que seguramente son más reales y estables que nuestro supuestos mundos "perfectos".
Como futura profesora me aferro a esta idea del cambio y os animo a persistir y no renunciarla aunque nos pongan numerosas trampas y dificultades. Entre todos es POSIBLE

Unknown dijo...

Veo algo diferente, veo drama, veo dolor, veo soledad, hastío, miedo, veo invisibilidad, abandono, ausencia. "Hay gente que nace en sabanas de seda y otros ya sabes, nacen para ser trapos".

.Lou Sara Salomè. dijo...

Hace casi ya una semana desde que leí el escrito de Ismael y, de hecho, llegué a comentar. Mi primera reacción fue exclamar "¡cómo está el patio!", mientras meneaba desaprobatoriamente mi cabeza y mi ceja izquierda se elevaba levemente cual estúpido que se cree sabio. Mi segunda reacción fue escribir el comentario (este no, el anterior)
El caso es que llevo toda la semana dándole vueltas al asunto... y llegué a las siguientes conclusiones:
En primer lugar, que de la tele no me creo nada -cual escéptica puñetera- creo que todo es producto de un morboso casting o de muy poca vergüenza.
Después me avergoncé de haber analizado todas las cosas que yo consideraba como "defectos" o "fallos"... y todo aquello que yo tenía por "virtuoso" o "bueno".
En definitiva... yo no sé ustedes, pero yo salgo a la calle y no me encuentro tal cosa. Escandalizarse sobre lo que puede -quiero pensar- que sea una ficción, de nada sirve. Pero a lo mejor sería útil escandalizarnos de cosas que sí suceden en la vida real, tanto en barrios como en bulevares.
A veces me da miedo los dioses que nosotros mismos podemos llegar a construir en nuestro propio perjuicio. ¿Qué adoramos? ¿una imagen refinada? ¿tal vez el ideal de una imagen subversiva? (qué importa, las imágenes se construyen y deconstruyen con una facilidad y ferocidad pasmosa).
¿podemos estar adorando el intelecto? ¿la cultura? ¿las formas? (pues vaya, porque por la boca muere el pez, y de toda la vida el sabio fue el que sabía que no sabía nada, los que alardean de listos y luego aun por encima tienen suerte en la vida, cosa peligrosa son).

Soy consciente de que no e estoy explicando nada bien, y difícilmente se me pueda entender. Pero estoy muy inquieta por la cuestión.

A veces -en realidad con frecuencia- pienso que todos nos estamos haciendo exámenes constantemente a todos (bien por la forma de vestir, bien por la literatura que consumo, bien por el lenguaje que empleamos...) y nos ponemos etiquetas unos a otros. Cada uno examina a otro bajo lo que cree que es su propio criterio (normalmente, si estás en un ambiente en el cual se valora la cultura, verás como algo malo o incluso vergonzoso, la falta de instrucción de otra persona, valorarás positivamente que quiera enmendarlo y aprender -pues eso es darte la razón a tus creencias- y mirarás escandalizado e inquisitorialmente a aquel despreocupado por las cuestiones del saber. Y así con cualquier cosa: arte, música, estética, poder adquisitivo, da igual..)
El caso es... que si esto es así.. de alguna manera nos autopredestinamos a mar o a querer a priori a una persona que cumpla o no cumpla determinadas exigencias.

Acabo, y creo que esto es lo más sensato que escribo (y lo digo mientras me como un bombóm y me autoconvenzo de que en cinco minutos estudiaré para el examen de mañana):
Todos en algún momento de nuestra vida sentimos miedo hacia algo o hacia alguien, todos alguna vez entendemos qué es sentirse indefensos, todos alguna vez hemos experimentado cierta dicha por algo, todos albergamos -legitima o ilegitimamente- fantasías o sueños, todos necesitamos de vez en cuando una piel amiga a nuestro lado... al final, no hay tanta distancia. Y si hay diferencias es porque nos juzgamos. Yo no le hecho la culpa al sistema ¿qué es el sistema sino nosotros o uno mismo?. Si no nos gusta -a mi no- habrá que cambiar, que plantear otras formas, otro contenido... no sé.

Tal vez me excedí un poco al escribir todo esto. En cualquier caso, disculpen las molestias. Me encanta leer(te, Ismael) y leer(os).

Marinero en Marte dijo...

Ismael, ojalá que más gente en este país tuviera ese orgullo de barrio, esa dignidad, esa coherencia, esa sensación de pertenecer "a algo"... porque así, quizá así, todo eso desembocaría en ser personas con una mínima, ya no digo una grande sino mínima, conciencia social.

mar dijo...

Hola a todos. Yo sí vi el programa "Princesas de barrio". Las chicas protagonistas nos enseñan sus vidas, sus sueños (supuestamente) tal y como son. Lo cierto es que representan a una parte de nuestra sociedad: preocupadas por el físico, por la fiesta, por pasarlo bien... Al verlas una piensa...Jo, si que soy refinada pq en comparación con ellas, no digo casi palabrotas.
La verdad es que las chicas tienen su gracia, sus sueños por cumplir.. como todo el mundo, y cada uno sale de su crisis particular como puede.
Ahora, a Bisbal hay que echarle de comer a parte, cuando lo que se le ocurre decir ante el conficto en Egipto es que está deseando que pase pq es una pena ver las pirámides tan poco transitadas. Será, en efecto, que le invade la melancolía.
Un placer como siempre leerte.

CaRo dijo...

Yo también soy de barrio obrero, cada vez que oigo ...
Allí, donde quiero volver, tantas cosas se quedaron.¿A dónde he ido a parar? ¿En qué isla he naufragado?

Me traslado a mi barrio obrero de Can Deu, vuelve mi infancia a mí con imágenes de mis padres de jóvenes, mis hermanas de pequeñas, mis amig@s del cole, nuestros maestros del cole Floresta, nuestras excursiones al bosc de Can Deu cantando "vamos a contar mentiras" ...
Momentos que como tú cantas Ismael, tanto echo de menos y deseo que mientras viva siempre estén conmigo en mi memoria infantil.

Es una pasada de canción, y te quiero dar las gracias por escribir sobre ello.

Un abrazo fuerte de una niña de 40 tacos de barrio obrero,

Salud!

Mili

CaRo dijo...

Yo también soy de barrio obrero, cada vez que oigo ...
Allí, donde quiero volver, tantas cosas se quedaron.¿A dónde he ido a parar? ¿En qué isla he naufragado?

Me traslado a mi barrio obrero de Can Deu, vuelve mi infancia a mí con imágenes de mis padres de jóvenes, mis hermanas de pequeñas, mis amig@s del cole, nuestros maestros del cole Floresta luchando por la defensa de la Educación Pública, nuestras excursiones al bosc de Can Deu cantando "vamos a contar mentiras" ...
Momentos que como tú cantas Ismael, tanto echo de menos y deseo que mientras viva siempre estén conmigo en mi memoria infantil.

Es una pasada de canción, y te quiero dar las gracias por escribir sobre ello.

Un abrazo fuerte de una niña de 40 tacos siempre de barrio obrero,

Salud!

Mili

#LaSalutÉsUnDretNoUnNegoci dijo...

Grande Luis Pastor y hoy en día acompañado de Lourdes Guerra y su preciosa voz! Fue un placer verlos en directo en el Valle del Jerte y en Barcelona, y bueno qué decir de tí Ismael, sigue deleitándonos con tu música e historias ahora y siempre.

Gracias.

Lidia